miércoles, 24 de febrero de 2010

A la nana, nanita, nanita, nana...


Mi chiquilla insomne que pendulas sobre un vértice de luna:
"A la nana, nanita, nanita, nana...
(hoy mi niña se duerme hasta mañana...)"

Cuenta, aquella voz antigua del folklore popular, que son las hadas quienes, arrojando minúsculos cristales de arena en los ojos de los niños, logran así, en esa singular manera, que les sobrevenga el sueño (no existe explicación más contundente al hecho de que se rasquen los ojillos,¿no crees?)
Como harto probado está que no dejamos de ser niños, no olvides poner esta noche en tu alféizar, si es que tus ojos permanecen abiertos, un platito con galletas o algún que otro dulce y dejar tras ello tu ventana abierta, que seres tan excepcionales sienten verdadera debilidad por las exquisiteces de la repostería de los humanos y seguro no resisten el hacerte una visita...

3 comentarios:

Anacronista dijo...

Y esta entrada al vengo a leer con un poquillo de retraso ¿No?
Pero que esta noche me servirá y te aseguro que dejaré alguna cosilla en mi ventana a ver si duermo bien... Hoy pensaba no dormir en la tarde para así en la noche caer como bebé de cansada pero no aguanté, que se me cerraban los ojos solos cuando llegaba... Así que nuestra hadita no debió hacer mucho en aquella siesta que me di... Para la noche sí deberé llamarla con el 'nana, nanita...'
Ahora te dejo un beso.

Lunykornio dijo...

A la nana nanita nana...
...mi mama duerme con migo hasta la mañana...

Anacronista dijo...

¡Qué no me había fijado que tenías una canción de Sarah Brighman...!
El Arrugas morirías, la ama, le encanta, le pone loquillo...

Acabo de llegar y no sé que me dio por pasar por aquí...