jueves, 22 de abril de 2010

¡Bíbidi-Bábidi-Bú!

Mi estrella de mar:
Va para ti en agradecimiento por la sorpresa que me llevé la madrugada pasada... De verdad fue como si el hada madrina (¡Bíbidi-Bábidi-Bú!) me hubiera visitado... Hacía tiempo que no sentía que alguien se preocupaba por mí y me cuidaba un poco... me aligeraba la carga de mi día a día...
Te lo agradezco de corazón, pequeña...
Muchas gracias...

miércoles, 14 de abril de 2010

Desde el otro lado.

Si tendemos a sublimar el amor y sus locuras, ensalzarlo, a exhibirlo al mundo y a mostrarlo con la mano en alto como principio y fin ideal, idílico, motor de vida...¿Por qué cuando éste hiere, falta, engaña... por qué cuando nos separa y torna vulnerables, por ira y rencor renegamos de su existir, de todo aquello en lo que habíamos y decíamos creer y a lo que seguro volveremos en un futuro, por qué reivindicamos entonces, con uñas y dientes, la imposibilidad de que sea en otro que no en nosotros?

A quienes justifican, con causas más mundanas, el que sea posible volver a enamorarse a los cincuenta.

martes, 6 de abril de 2010

Sin saeta y sin esfera.

Calma manera de medir el tiempo: Sin saeta y sin esfera...
En la parada de un autobús cuando no esperas bus alguno y sólo los ves pasar o en el desarrollo de un cachorrillo que evoluciona frente a tus ojos semana tras semana; en el vientre henchido de una mujer desconocida que en su rutina transita frente a tu ventana a diario o en el sucederse de los distintos vestidos de los árboles...
Tal vez en el delicioso intervalo que transcurrirá para una pequeña que camina tarde a la escuela, lentamente, sin prisas, en un día lluvioso como un sueño, con su paraguas intencionadamente mal colocado y la cabecita ladeada para dejarse acariciar el rostro por la lluvia... En ese intervalo, ni más ni menos, hasta que su madre se gire para apremiarla y la descubra ausente del tiempo y del espacio, merecedora de ser reprendida...¡Quién fuera esa niñita!