sábado, 24 de octubre de 2009

Buscadme entre los muertos.

Hace unas semanas, una compañera de trabajo, defensora a ultranza de las terapias alternativas, me pasaba una lectura acerca del por qué desconfiar de las vacunas en general y muy en particular de la que con tanta celeridad y urgencia se viene preparando en laboratorios que se han de hacer de oro por la eclosión del virus H1N1.
Me indicaba, antes de dejarme el documento para que le echara un vistazo, que se trataba de un correo, un mail que le había remitido alguien de total confianza...
Y no es que no crea yo en la eficacia de otras terapias alternativas a la medicina tradicional, más bien creo en algunas de ellas como terapias complementarias, por lo que comencé a leer con cierto ápice, confieso, de escepticismo (no veo por qué debería renunciar a un avance como es el de la inmunización sistemática cuando su efectividad está más que comprobada), aunque me propuse en todo momento respetar, por descontado, el punto de vista y la opinión de lo que fuera que tenía frente a mí.
Pues bien, ante mi siempre presente inseguridad de conocimientos, siempre presente el modesto "sólo sé que no sé nada", ofrecí un mínimo de confianza a lo que leía, puse en ello un poquito de fe mientras el autor del escrito relataba sus indicios por los cuáles sospechaba que el H1N1 había sido creado en laboratorios y dejado salir al mundo intencionadamente para campar a sus anchas con la finalidad única y última del enriquecimiento de unos pocos.
Y bien, hasta ahí todo me pareció en cierto modo (otorgué el beneficio de la duda) creíble.¿Por qué no? Realmente es posible, lo vemos a diario, que haya gente sin escrúpulos capaz de anteponer su codicia a todo lo demás,¿no? Pero de repente el escrito, sin saber realmente cómo fue, tomó un aire casi irreal, rocambolesco... De barajar hipótesis más o menos creíbles, más o menos pseudocientíficas, (que desconozco si son o no verídicas como que el presidente de la república francesa fue a comprar "casualmente" un laboratorio farmacéutico en México justo antes de que saltara allí el pistoletazo de salida del virus o que es tan escasa la carga viral de la vacuna por escasez de materia prima, que se están añadiendo substancias potencialmente peligrosas y prohibidas como adyuvantes que fuerzan una respuesta explosiva del organismo a tan escasa cantidad de agente patógeno, y cuyo uso está siendo conocido, permitido y aceptado por los gobernantes de nuestros paises), el tinte general de la lectura tornóse a continuación algo así como apocalíptico, descontroladamente apocalíptico, justificando el por qué, por ejemplo, en Estados Unidos el gobierno había habilitado asentamientos militares en todas las poblaciones junto a los cuales otras tantas fosas comunes aguardaban a las miles de víctimas que el supuesto virus, en una mutación letal iba a provocar, o eso nos dirían las autoridades porque en realidad, aquello alegaba el escrito, esas muertes serían producidas por las substancias adyuvantes de la vacuna...
Y en un science-fiction complot mundial para exterminar a la población, los gobiernos harían correr la voz de la letalidad del virus y la necesidad de vacunar ahora ya no a la población voluntaria sino a la totalidad de la población sistemáticamente, para evitar la progresión de la enfermedad y después de que todo aquel grupo que fue utilizado como conejillos de indias(¡nuestros hijos!, según el escrito)(Tiemblo al ver imágenes por televisión de las colas de mamás con sus hijos en Estados Unidos esperando recibir la vacuna...) hallan perecido.
Así pues, los agentes militares pasarían a ser los responsables de administrar la vacuna posteriormente y todo aquel que se negase a recibirla sería perseguido, apresado y encerrado en algo así como un campo de exterminio, de manera que todos los corderitos marcharían al matadero y a los que se rebelasen se les daría caza...
He de decir que este complot mundial obedecería las órdenes de tres o cuatro dioses con nombres y apellidos que como villanos de cómic, inverosímilmente villanísimos, moverían desde la sombra los hilos con una finalidad última que me cuesta creer y mucho, fuera centrada sólo en la avaricia y los bienes materiales... Ellos, con su mentira, controlarían la masa de dirigentes políticos, las fuerzas armadas de cada país y al personal sanitario en última instancia, estamentos todos ellos que habrían recibido una dosis de la esperada vacuna, pero "diferente", no intencionadamente letal...
Así pues, el escrito en sí trataba de dar conocimiento de ese complot, de esa trama, a todos los grandes estamentos implicados, sobretodo a las fuerzas de seguridad (algo así como el "pásalo al policía de tu barrio"), dado que serían ellos y sin saber, el brazo ejecutor del plan que en cada país, nuestros dirigentes están facilitando se lleve a cabo...(¡Dios!¡Ministra!¡Cada vez que aparece usted por televisión!¿En serio lo sabe y es usted tan malvada?¿Permanece ignorante de lo que ocurre, de su situación de títere?¿Está ciega a la realidad que se sucede ante los ojos de todos y nos arrastra a ello?¿Estoy ciega yo también y me niego a despertar tras haber leído ésto?)
De veras, algo me hace temblar, y dudar, tras haber leído, aún teniendo las ideas bien claras y creyendo tener ojo crítico (¡¿qué sera de aquel simple que no lo tenga?!¿¡Y si en realidad fuera yo quién no lo tiene!?) cuando por televisión se habla de una vacuna modificada, sin el adyuvante (¡letal!) para administrar a las mujeres embarazadas o cuando oigo que mi país también comprará partidas de las vacunas Made in China, que salieron ya hace unos meses de laboratorios asiáticos en un tiempo récord, adelantándose inexplicablemente a las potencias farmacéuticas occidentales...
Por suerte y dado que no puedo rezar (me limitaré a cruzar los dedos o tocar madera), quizá al ser sanitario se me administre la vacuna reservada para los elegidos del nuevo orden... Si fuera que no, casi mejor ya os digo que me busquéis entre los muertos porque, como sea, sigo creyendo, tras leer todo aquello, en la buena fe de las personas...