viernes, 18 de septiembre de 2009

11.567 Km.

No importa si al noreste o al suroeste, dos direcciones de una misma línea recta...
No es mi casa; ni mi bandera. Sí el cielo de hoy sobre mi cabeza, cuando allá haría un par de horas, seguro, que habría amanecido... aunque nunca en ese mismo cielo...
No es mi patria, no la añoro, no me siento en unidad con quienes desde este norte la celebran... a no ser porque un pedazo (muy importante, muy profundo) de mí, permanecerá ya por siempre en aquel punto al otro lado de la línea recta, como lo hace mi pensamiento a diario, en el quilómetro 11.567... o en el 0... todo dependerá desde qué extremo miremos.... de si eres tú o yo quién está en el extremo mirando...
Gracias, gracias por mantener la ilusión cada día y hacerme perseguir referentes que me animan a sonreir con cosas tan simples como el etiquetado de los kiwis que compré hoy, como el camino intencionado de regreso a casa por delante de un local que con su letrero invitaba esta noche a probar "nuestra empanada y cola por nuestras fiestas patrias", como el ondear de una bandera al viento que aunque ajena y distante, me es tan próxima al corazón...
Gracias por estar ahí...

1 comentario:

Anacronista dijo...

¡Hey! Que ando mirando esto retrasadamente (como corresponde en mí) y ¡Pff! Me pregunto que habrá dicho en aquellos kiwis... ¡Jeje!
Yo sonrío al pasar por el centro español ¿Qué será?
Es que ahora te agradezco yo a ti por estar en aquel lado del oceáno que parece distante y sin embargo, aquí, allá, acá... Ya sabes, conmigo.
Que me alegras el día, angelito, con todas tus cosillas, monólogos, pequeños, ayuditas de cole, día a día... Todo.
(Ya, que si tu slaidnanhbk lee esto seguro nos mata...)
Pero... Gracias de todas maneras, gracias, gracias y gracias...
Besos!

*Sigo con química ¡Puaj!