lunes, 6 de septiembre de 2010

Nubes rosas.


Hace días que vengo sentándome a contemplarlas en el atardecer... Se me puede ver mirando el horizonte urbano en ese momento en que el crepúsculo oscurece paulatinamente el marco de la estampa: de azul, por momentos más profundo, como si nos adentráramos en un mar celeste, hasta el negro, que es vestido de la noche...
Desde mi privilegiada butaca (a nivel del suelo) se suceden: formas... pensamientos...
¡Mira!¡Una niña!¡Aquella es una rana!¡Esa un rostro!¡Un... corazón... Que el viento deshilachará y antes que aquello tornará grotesco...
Nubes rosas...
Y soledad... mucha soledad...
¡Qué no daría yo por compartir un pedazo de crepúsculo!

(Hace hoy un año que inicié este algo tan mío que es el blog... En aquel principio nunca supe muy bien cómo iba a continuarlo, con qué iba a continuarlo... Hoy, verdaderamente es parte de esas pequeñas cosas también, importantes, imprescindibles... retales que contienen fragmentos de mi vida y sensaciones, vivencias, que de otra forma quedarían perdidas en la frágil memoria cuando ésta se diluya...
Una flor, que se hace crecer con cariño y se quiere...)

3 comentarios:

Lunykornio dijo...

O... que bonita la foto... ¿es tuya?

eMiLiA dijo...

Yo tengo predilección por los cielos. Y los disfruto en soledad. Son todos míos con los colores que más me gusta darles.

Muchos cielos, todos para mí.

No hay que renegar de la soledad.
Ya vendrán tiempos de cielos compartidos.

:)

Un abrazo!

Y millones de gracias por tus comentarios en mi blog. Me encanta que disfrutes de mi música.

Anacronista dijo...

Felicidades por ese año, aunque sea atrasado.
Al final de cuentas por muy personal que sea me (y nos) permite disfrutar de tus palabras.
Yo pocas veces le encuentro forma a las nubes pero me encanta mirarlas y más cuando viajan... Llevan saludos incluso al otro lado del océano.
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